últimamente me ha dado mucho por
ayudar gente. No es que sea del tipo de personas que se la pasa brincado de
motivos altruistas para dejar una huella de carbono menos grande, simplemente
lo hago porque me hace sentir un poquito mejor; ese es el motivo egoísta
primordial por el que trato de disipar toda la presión que tiene en sus deadlines
y sus motivos de caos.
En el caos de saberse hasta el
cuello de situaciones y que no tiene ni
puta idea de que realizar, siempre me gusta ser un entrometido, pues la carga
no es mía y puedo ver algunas veces con una claridad estúpida lo que se debe
hacer. no tengo el peso del arrepentimiento en la toma de decisiones.
Al final de todo, ellos
solucionan sus cosas, yo me siento un poco mejor. al menos hasta que comienza
el amanecer del día siguiente y los claros van tocando las copas de los árboles,
la línea del sol va filtrando por la rendija de la ventana y puede ir manteniéndome
al margen hasta que sea la hora de trabajar, puedo gastarme lo que resta del
día pretendiendo que estoy ocupado entre juntas, y personas de distintas partes
de la ciudad; ¿es esta la vida que soñé?