Gershwin
siempre sabe cómo recibirme, es el anfitrión perfecto para este malestar de
oficina; él es el ayuno perfecto, los cigarrillos de mediodía y el bocadillo de
la tarde. también es un magnifico compañero para las travesías oníricas. así
que acompáñenme, mientras el me acompaña en este recorrido:
He despertado de prisa sin notar
la resaca inminente que tu boca se ha cargado; me has dejado en medio de un
campo abandonado de fútbol, con el hurto acechando; mientras lentamente te
alejas con algunos movimientos que rayan entre el baile y la huida. la
mueblería se ha quedado corta de nuevo y prometo no llamarte bonita. la policía
sigue apareciendo entre calles, pero eso no importa mientras me dejes guiarme
por tu vestido floreado; debe ser la primavera que amenaza latente entre cada
paso tuyo, pero siento que todo se desvanece entre palabras. para mí, no es más
que el invierno.
Hace rato cuando iba al trabajo,
vi a una rata enorme correr por el centro de la ciudad. creo que de cierta
manera todavía quedan cosas buenas en la vida; había algunos albañiles viéndola correr calle arriba, las oficinas
del norte estaban muy calladas, una pareja caminaba en la acera de enfrente y
la rata pasó a su lado, también se rieron un poco y eso no pude entenderlo del
todo.
En las madrugadas, siempre
suceden cosas, por ejemplo, estaba platicando con J y me decía que estaba algo
ido últimamente, su dilema moral me sonaba familiar en todas las instancias
posibles; yo he estado ahí, en sus zapatos, en los zapatos del otro, he tenido
la mirada perdida, he estado con la cara expectante mientras el otro pierde la
mirada. nada bueno resulta de esas situaciones, diría que la experiencia, pero
es una sensación pesada en la garganta.
Luego en la noche Z me dijo que
estaba ------, supongo que debe ser la temporada; o a lo mejor es la distancia
y la gente extraña que lo va rodeando a uno. no recuerdo el motivo, pero todo
se volvió un circunloquio sobre reuniones y gente ebria. Casualmente, por la
mañana, antes de la rata y todo el embrollo de problemas para el regreso a
casa, en el camión, había una chica que fácilmente podría usurpar la identidad
de Z; fue hermosamente perturbador.
Estaba cómodamente sentado en mi
cama, cuando atravesaste la ventana y dijiste unas palabras ininteligibles. al
voltear habías desaparecido del todo, la brisa, el aroma y tu vestido, todo de
golpe.
¿a quién trato de engañar? la
verdad es que no quiero justificarme, quiero decirlo todo, de golpe, directo,
como el tequila. así mismo, todo esto me está quemando la garganta, de pronto
pareciera que la verdad emborracha los corazones de las personas, les pone algo
de brillo y malicia en la cara; esos bastardos.
Para justificarme me gustaría
agregar que no estoy consciente del todo en esto que deseo. los niños siguen
ocupando la plaza entre risas y juegos, cada vez es más fresca la noche y aún
no puedo localizarte del todo.
El hilo de todo –y cuando digo
hilo, me refiero a HILO- es que generalmente me rodeo de situaciones y cómo
sabrán, soy la mar de aprensivo, soy un océano de aprensivo, una galaxia, un
numero imaginario, un sumatoria itinerante entre el origen y el fin.