jueves, enero 14

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Ok, para poder narrarles lo siguiente, debo ponerlos en el contexto adecuado y el contexto adecuado es la oficina en la que estoy colaborando de manera temporal. Es una oficina grande, con 6 cuartos que sirven de clusters para los empleados. Está en el segundo piso en Diego de Montemayor, en el centro de la ciudad, a unas calles de la macroplaza. No hago nada particularmente emocionante y lo más interesante de mi día son las lecturas durante los viajes.
I
He comenzado este año con varios libros, unos de ficción, Virginia woolf, Juan villoro, Carlos sagan, etc... Desde el principio sentí una especie de conexión con los textos de villoro pues son tan cotidianos que uno puede llegar a creer que se narra su vida, pero luego hay elementos azarosos que marcan la bifurcación absoluta de lo que se lee y lo que se escribe.

Es precisamente en un texto de villoro donde se habla de una situación peculiar para con la regadera; la llave se había caído y utilizaban una moneda para abrir o cerrar el flujo de agua.
Justo hoy en una de varias vueltas al baño, pude notar en la regadera una moneda en el suelo y la llave rota. Tuve una especie de llamada emocional pero literaria (llamada literaria) en donde todo estaba sucediendo dentro y fuera de manera tan rápida que no distinguía lo uno de lo otro.

II
He estado buscando empleo durante un lapso difuso, y no va del todo bien. hoy conocí a una pequeña agencia, en donde los tipos que laboraban en ella son pareja. Tenía una pinta de lo más calma y relajada, pero el contexto de la oficina era más bien caótico. justo detrás de cervecería entre las calles donde los perros usan navaja y los peatones se arrojan deliberadamente contra los autos y los camiones vuelcan entre las vías; no pude evitar sentir una especie de ternura por ellos, tan enamorados en muchos aspectos.

III
Quiero muchas cosas en la vida, pero sobre todo quiero arder. Tengo esa necesidad suicidada en cada poro de mi cuerpo. el llenarme de tareas y tener cansancio, dormir, despertar de golpe y ponerme en mis asuntos, tener tantos asuntos como pueda manejar hasta perder la cabeza y sentir que no hay tiempo. Quiero secarme al sol, oxidarme ante la atmosfera cambiante y contaminada, sentirme un transeúnte perdido y así tener la victoria de la antirutina.

IV

Es lo que hay.