martes, septiembre 1

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M se ha ido, se ha ido desde hace unas semanas y no hay nada que pueda hacer al respecto. Las primeras semanas eran un caos, pues los ataques de ansiedad me impedían dormir como se supone debí hacerlo, luego se fueron sumando con los mensajes como “No sé dónde estoy” “estoy en un carro con personas que no conozco” y todo eso fue calando hasta el grado de no pegar los ojos, claro ella seguía durmiendo y sus actividades y todo. Luego fue todo cambiando al hablar del asunto, ahora simplemente hemos mermado la comunicación que teníamos. Nos hablamos menos, no puedo evitar extrañarle, pero cada día que pasa creo que la extraño menos y creo que lo peor es que no me siento extraño al respecto. Uno quisiera sentir la necesidad inminente de tenerle cerca y si la tuve en su momento, pero ya estoy cansado, cansado de ser siempre el angustiado, el de acá que espera, ya me cansé de siempre ser el espectador de lo que sucede. Luego de unas horas corriendo, me he dado cuenta que las mujeres con las que salgo siempre terminan engañándome, probablemente todo esto que he venido sintiendo en semanas anexas sea simplemente la inercia donde se espera que suceda.


Hope so