domingo, agosto 16

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Había momentos en los que no sabía por qué Laura seguía con nosotros. Estábamos todos pasando la canícula en un departamento hundido entre vecinos molesto, que desconocían nuestras intenciones mientras invadíamos sus espacios. Ellos sólo querían tranquilidad después de una jornada de calor y trabajo, al final del día sólo querían llegar a casa y tener una jornada de calor y alcohol para poder conciliar el sueño sin importar tanto los 40 grados nocturnos que nos golpeaban.  En la sala y en círculo estábamos en el suelo, como esperando tener una visión. En algún punto león mencionó que liz lo había bateado; internamente no pude evitar tener una celebración para esta mini-victoria, pues me causaba un malestar tremendo el imaginármelos juntos. Checo hacia viajes cortos a la cocina para dar bocados a la fruta de la barra, incluso preparar alguna malteada con agua, hielos y los suplementos que le conseguí de gnc. De pronto se me hizo extraño verme en el espejo y el calor desapareció, pero el espejo decía lo contrario al ver el sudor sobre el rostro. Laura dijo que su tacha no le había pegado. El poco hielo que enfriaba la cerveza se había ido y no teníamos bocina alguna. Todo parecía indicar un malviaje oficial. Checo tenía esta obsesión absurda con lograr un espacio libre de moral, un lugar donde el libertinaje pusiera ser. “quiero llegar a ser lo que the factory y warhol, sólo que en Monterrey y la aceros"

Los conocidos artistas siempre tenían sus reservas para con checo, ellos vivían en un mundo aparte, en donde está bien estar en lugares peligrosos de vez en cuando, para tener que contar y con que impresionar a sus amigos, pero en secreto detestaban estar ahí. Por esa razón solían aparecer cada vez menos en las reuniones y todo se fue mermando hasta que sólo estábamos los 4. El caso de Laura siempre me sorprendía, era la pareja de un fotógrafo que ya  tenía su historia y sus queridas.  Laura tenía tres hijos y aún así mantenía un carácter alegre y aventurero, varias veces me vi queriendo auto-destruirme, mandarme a la verga por el odio absoluto que me causaba tu presencia en la ciudad, Laura era la persona que siempre me seguía el paso.

León se aburrió de nosotros en el poco tiempo y comenzó a molestar a Laura, checo le hizo segunda y Laura comenzó a malviajarse, trate de mantenerme neutral, pues si algo he aprendido entre junkies es no meterte en asuntos de otros, pero esto me parecía tan injusto que interviene poniéndome de pie, tenía tanta energía en el cuerpo y eso era tan extraño, podía sentir las vibraciones de esos bastardo pequeños cargados de energía por todo el cuerpo, nunca había entendido tan bien a los chemical brothers.

A veces me gustaba invitar a Jorge a valer verga conmigo, pues extrañamente en esas épocas estábamos en una sincronía alarmante, no del grado de completar las frase el uno del otro, pero muy cerca de ello. 
Después de un rato león se aburrió de molestar a Laura y estar con nosotros entre tachas, calor y hielo derretido. Se fue porque según él tenía una "movida" con una morra de santa Catarina.
Después del madrugar, el no dormir y el anochecer; durante el regreso a casa me sentí como diferente, no espiritualmente, si no del grado físico  -a veces pasa diría M- y extrañaba esos paquetes de energía moviéndose dentro de mi piel, llegando a cada rincón de mi cuerpo.


El llegar a casa nunca fue tan decepcionante.