martes, abril 8

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La esencia de todo lo que hacemos es una anomalía absoluta, desde el despertarnos con una maldita alarma que interrumpe todo lo que pudiera estar ocurriendo, los abrigos en invierno y el calzado en cualquier época del año. si seguimos así, nos vamos a joder todos, porque apenas y podemos cocinar decentemente lo que vamos a ingerir ¿cómo se supone que obtendremos dichos alimentos?

Hace algún tiempo que escuche por vez primer la la love you de Pixies; cuando digo vez primera, me refiero a VEZ PRIMERA. para empezar hace como unos años de eso y hace L,Z y A, sobre todo A. el punto central, es que creo era domingo y estaba bien adormilado and other stuff, y entonces estaba el ipod cerca y la luz de domingo se metía por la ventana y los estornudos estaban dentro de lo aceptable para la situación. ella -y cuando digo ella me refiero a ella- estaba tumbada a un lado y estábamos como compartiendo audífonos y estábamos bien teenagers, en eso que me suelta de golpe que cómo me sentía al respecto con todo lo que estaba sucediendo y lo único que se acercaba a lo que quería decir, eran las melodías de los Pixies, en especial: La la love you.

Supongo que cuando se es así de teenager, todo es tan intenso y no se asemeja a nada de lo que hay; ni a la verdadera naturaleza de las cosas, pero esa es una frustración absoluta; sentir tanto y poder darle entender tan poco al mundo. es lo justo, es como el toque de midas, un acuerdo que involucra un equilibrio.


Luego siempre me hace doler la memoria idiota que me cargo, porque por ejemplo, estaba bien tranquilo, sentado viendo la pared  de mi cuarto y de golpe es un día lluvioso y estoy acostado, siendo egoísta, luego ella llama y recuerdo tener la pesadez del mundo para responder, pero aun así lo hago y es ella porque ya lo había mencionado, y está lloviendo, eso también lo mencione, y está bajo la lluvia en un lugar ajeno a casa, llamando solo porque sintió la necesidad de hacerlo y yo la verdad la única necesidad que tenía era dormir. uno siempre es bien así, el otro día J me decía que lo único que le da tristeza, es saber que no puede querer a alguien como ese alguien le quiere; supongo que así somos de pendejos los hombres, pues queremos todo y pensamos que todo tiene el mismo porcentaje de conversión y que siempre será todo bonito a largo plazo y nope.