sábado, marzo 29

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Estábamos todos caminando, porque así es cuando la gente quiere llegar a algún lado, la mueblería estaba desierta porque la gente en sábado, no frecuenta esos lugares. enseguida había una plaza sola, que estaba ligeramente adornada con las luces mercuriales; unas calles engañosas unos pasos adelante y apenas estábamos acercándonos.

Al  llegar, el olor es lo más memorable y todos decimos cosas tontas, porque somos tontos. compramos libros, es lo único que sabemos hacer, después de caminar. le digo a Jorge algo y la verdad ni me acuerdo del todo, porque mi cerebro de pollo así los dispone; también le digo a David. entre el regreso al centro, vi a Laura, platicando, mientras sus hijos jugaban alrededor; quise saludarla, pero luego quise no hacerlo.

Finalmente llegamos al bar temprano y aun así estaba lleno; lleno de tipos raros como todos, como nosotros.
Al día siguiente Azael me dice que tengo que verle a las 11; y yo le digo que si, porque hace mucho que no lo veo y tenemos como proyectos. siempre es mejor frecuentar a l agente con la que se tiene proyectos. tengo algo de resaca y despierto tres veces en el lapso de 10:00 a 10:15. me baño tan rápido como puedo, peor luego me habla de nuevo y me dice que donde estoy y le digo que apenas voy y me dice que será mejor vernos a las 12, de pronto se me van las prisas así como así; todo es tranquilidad, hasta que llego y me dice que lleva mucho esperándome, pero le digo que son apenas las 12. al final, resulta que su reloj estaba adelantado y reímos como locos en un café obsoleto del centro.

Como aborrezco dormir, tengo una cara que parece un fotografía mal escaneada, pero no es así.


Lo único que importa entonces, es saber que al fin es sábado y que tengo sueño siempre, pero no quiero dormir y ese es el mayor de mis problemas.